La ciudad está llena de toques flúor desde que la primavera comenzó, pero no hace falta irse al extremo si el armario no está acostumbrado a los sobresaltos. Hay mucha vida y mucho estilo en el margen de maniobra que queda entre los colores de tus rotuladores subrayadores y la oscuridad que te roba la luz.
Podemos comenzar por algo sencillo, como combinar bermudas y pantalones vaqueros cortos en verdes, celestes y naranjas con camisetas de algodón de manga corta en rojo, amarillo y azul. Atrévete a descolgar de las perchas y llevártelo al probador. Acabará en tu casa.
Otro punto a tener en cuenta son los complementos. Sobre todo en las próximas semanas, cuando el sol tueste los morenos, los complementos en color o incluso en blanco podrían resaltar tu frescura. Prueba con un reloj y sigue con una gorra vistosa.
Si las temperaturas de tu zona lo permiten, también puedes jugar con los jerseys y sudaderas, sobre todo durante última hora de la tarde o la noche. Cualquier estilismo realzará su brillo si le opones una buena pincelada de color en bloque. También puedes apostar por concentrarlo en los pies, con unas zapatillas vistosas. ¿El mejor color? Todos.